Con estos trabajos he querido hacer un pequeño homenaje a la figura/silueta que aparece en el logo de Pedalibre; paisajes abstractos que surgen de las manchas de acuarela, ricos por sus texturas, casi más bellos y sugerentes- algunas veces- que la realidad.
Las manchas de acuarela presentan unas veladuras etéreas que sugieren, insinúan, paisajes oníricos de algún lugar perdido que jamás llegaremos a recorrer, ni encontrar. Espero que os gusten.
¡¡Que bonitas, Carlos!! Gracias por compartirlas y avisa cuando expongas que me gustaria verlas en la realidad ;))
ResponderEliminarTodo se andará, amigo Oscar.
EliminarDe momento he realizado estas, a ver si tanto el papel y las acuarelas me permiten dejar trazos, manchas inspiradoras de paisajes únicos e irrepetibles, de nuevo.
“Esto de intentar ser un calígrafo zen es lo que tiene.”
Un abrazo.